
Iniciar un camino, nunca ha sido fácil, creo que absolutamente para nadie.
Hoy estuve con mi terapeuta, hablando de cómo me siento con los últimos acontecimientos de mi vida, y lloré tal vez como nunca lo he hecho.
Con cada parte de mi vida, dividida en varias etapas: madre, esposa, amiga, amante, hija, trabajadora, y muchas más... con cada una no pude contener el llanto, hasta que expresé las palabras que detonaron la explicación que ella dió sobre mi persona.
Qué dije? Pues que siento ser yo el problema, ya que en ninguna esfera vital me he sentido tranquila y feliz últimamente.
Qué dijo ella? Pues que tego muchos miedos, que mi vida se ha vuelto un caos desde que dejé de poner límites, desde que he permitido que mi vida sea manejada por todos para complacer a todos, menos a mí misma.
Me sugirió tiempo a solas, y pensar en cada actor de mi vida para analizar el impacto que cada uno de ellos tiene en mi vida.
Al salir de su consultorio, me sentí aliviada por haberme desahogado con alguien que no me llama traicionera, mentirosa, culpable, mala persona, descuidada, inconsciente, desobligada, irresponsable, poco amable, deshonesta y muchos adjetivos más que empecé a pegarme al cuerpo hace apenas unos días.
Creo que la gente no alcanza a darse cuenta como algunas palabras y acciones nos dañan profundamente, y lo peor es que no son cosas recientes las que nos quiebran, si no las que traemos pegadas desde hace mucho tiempo y que pesan como piedras en la espalda... hasta que llegan las más recientes y se colocan sobre las que ya cargamos y es cuando el peso de tanta carga termina debilitando los frágiles cimientos de nuestra vida.
Mi terapeuta no me juzga, sólo me escucha y me da opciones. Y se siente tan bien salir de ahí y recibir un abrazo que a final del día debería provenir de alguien que amamos y esperamos pacientes a que lo hagan, y resulta agotador esperar algo que no llega en ningún momento.
Ella no me dijo que escribiera esto, sólo que decidí hacerlo porque tengo la firme convicción de que necesito ayuda, y aunque ella me provee su tiempo y su profesionalismo para "curarme", sé que puedo autoayudarme escribiendo cómo me siento con el paso del tiempo y con cada sesión que tengo con ella.
Sé que, por el simple hecho de estar viva, Dios tiene planes para mí, y creo que aún no llegan, porque de lo contrario, ya no estaría sentada en la oficina escribiendo esto, simplemente sería el recuerdo de muchas personas, o la foto pegada a la pared de mi casa.
No sé cuál es su plan, ni cuáles son las pruebas que aún no he podido concretar. Lo cierto es que como mi madre dice: "Él no me dará más de lo que sabe que puedo soportar"...
Me considero una buena persona, una mujer fuerte, valiente, valiosa y llena de ganas por conquistar la cima de las montañas que Él me ponga en el camino. Y sé que no merezco muchos malos tratos que recibo, malas contestaciones, malas palabras... puede que a veces haga cosas que a los demás no les agrade o que piensen que los estoy defraudando, y es algo en lo que debo trabajar, porque a final del día, no siempre se puede tener a todos contentos.
Predico una cosa "ser como se es, y aceptar al otro como es", creo fielmente que ése es el secreto de vivir en paz, de vivir bien y de amar en la forma más pura que se pueda dar. No todos podemos tener esa convicción, pero he ahi el secreto de permanecer en el otro como alguien que no juzgó, no criticó, no dañó, simplemente aceptó y dejó vivir a los demás.
Sé que debo desprenderme de cosas malas que traigo pegadas y he hecho parte de mí y que no son lo que me caracteriza... sé que debo sanarme, curar mi alma y mi corazón de las heridas que a lo largo del tiempo y de lo vivido desde mi infancia me han provocado y me he provocado yo misma.
Es por eso que decidí desahogarme en este espacio, donde algún día pueda mi familia, mis seres queridos y la gente que me conoce, leer un poco de mí y de cómo me fui transformando, porque es lo que debo hacer: "cambiar yo para que las cosas se muevan".
Leí un poema del Sufi Bayasid, donde concretamente menciona que perdemos la vida tratando de que los demás cambien para sentirnos felices, cuando realmente el cambio debe ser propio para que las cosas alrededor mejoren. Yo puedo cambiarme a mí misma, puedo con eso cambiar mi vida, mis relaciones, mi fuerza vital... sólo debo esforzarme más, trabajar en mis defectos y moldear aún más virtudes.
Tengo alguien en mi vida, tengo a la persona más importante por quién luchar y salir adelante, tengo a alguien para quien debo ser ejemplo, alguien por quien debo seguir para que sienta orgullo por ser quien soy. No voy a defraudarla, debo ser quien le enseñe que la vida no es fácil, que es como las olas del mar, a veces tranquilas, a veces violentas, pero uno debe aprender cómo manejar cada una de ellas.
Hoy, inicio mi camino, hoy trataré de vivir mi vida como si fuese el último día, hoy tal vez arda en fuego por tantos problemas y situaciones... pero hoy, como el fénix, de mis cenizas, resurgiré.
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